Las pinturas perdidas de San Baudelio

Siguiendo con el tema de San Baudelio, que nos ha ocupado estos días, colgamos esta nueva entrada.
En la década de los veinte, a pesar de haber sido declarada monumento nacional en 1917, la ermita sufrió un duro expolio de parte de sus pinturas murales. A pesar de los esfuerzos de personas e instituciones encargadas de la conservación del Patrimonio, no pudieron evitar una sentencia del Tribunal Supremo, quien había declarado la venta de las mismas como legal. En estos lamentables sucesos estuvo implicado el marchante León Levi, quien además poco después fue el responsable de la compra de la iglesia de San Esteban de Gormaz. La práctica totalidad de las pinturas terminaron en museos de EEUU, y hoy día se custodian en Nueva York, Cincinati y Bostón. Una parte de esas pinturas, entre ellas la del oso o la del guerrero, se exponen en el Museo del Prado, donde llegaron a cambio de la iglesia de San Miguel de Fuentidueña (Segovia).

Aunque no debe de olvidarse que el aspecto que le hace único a este templo no son las pinturas sino su arquitectura de estilo mozarabe.

Las últimas noticias sobre la realización de una reproducción fiel de la ermita en Berlanga se ve con satisfacción ya que se podrá contemplar el aspecto que tuvo el templo ya no solo, antes de su expolio, sino en el momento de esplendor.

Bajo nuestro punto de vista la reproducción debería de ir acompañada de la trayectoria cronológica del lugar, empezando desde que fue un eremitorio, pasando después a ser monasterio y después ermita destino de procesiones desde Berlanga, algo que queda constatando por testimonios de personajes del siglo XVI como por otros documentos que se refieren a ese evento.

Las fotos, de las pinturas murales que hoy se custodian en el Museo de Claustros de Nueva York, son cortesía de Fam. Latorre García, nuestro agradecimiento por su aportación.