El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de Bien de Interés
Cultural con categoría de Monumento para el Convento de Paredes Albas en
la localidad soriana de Berlanga de Duero y delimita un entorno de
protección para el monumento.
Consejo de Gobierno del 26 de septiembre de 2013
Castilla y León |
Consejería de Cultura y Turismo
El Convento de Paredes Albas en Berlanga de Duero pasa a ser Bien de
Interés Cultural y se delimita un entorno de protección por su
ubicación, en un lateral de la carretera de Berlanga a Ciruela, que
incluye la totalidad de las parcelas colindantes al monumento y a la
carretera, para constituir su entorno visual y ambiental como
instrumento de preservación de la relación entre el monumento y el medio
físico en que este se enclava.
Los restos del antiguo Convento de Paredes Albas se hallan situados
en pleno campo, en una árida zona de pequeñas elevaciones al sur del
cauce del Río Duero a su paso por Berlanga de Duero, a unos dos
kilómetros de distancia de su casco urbano.
Del convento primitivo solo permanecen en pie los muros de su
iglesia, ya que han ido desapareciendo las bóvedas que la cubrían y que
se encuentran totalmente arruinadas en su interior. Los vallados aun
existentes en pie o semiderruidos que acotan el recinto conventual,
indican la importancia y dimensión que pudo tener hasta principios del
siglo XX, en que, tras de diversos usos y cesiones, es abandonado
definitivamente.
La iglesia es una construcción de una sola nave que se levantó sobre
antigua ermita del mismo nombre de la cual tomo la capilla mayor.
Documentalmente existe constancia de que la primera se llevó a cabo en
el primer cuarto del siglo XVI. Dicha capilla mayor se cubría, antes de
su hundimiento, con bóveda de crucería gótica mientras que el resto de
la iglesia es ya obra del siglo XVII y la nave se cubría con bóvedas de
ladrillo, de medio cañón con lunetos.
Exteriormente la iglesia era sobria, con piedra mampuesta y sillería
de refuerzo en esquinas y contrafuertes. La parte más rica de la
construcción era su entrada principal desde el lado norte y recorría
todas las fachadas una cornisa de ladrillo con la misma decoración en
todo el perímetro, pero actualmente se ha perdido en gran parte por la
ruina de las cubiertas. Existen restos de dos portadas en los lados
largos del templo, la que configura la puerta del lado de la Epístola,
que comunicaba con el convento y la del Evangelio, que era la entrada
principal desde el exterior del mismo.
Y a la autora del artículo, o sea _Laura López Covacho, yo...no la citáis ni colgáis el artículo. Muy mal
ResponderEliminarPues sinceramente, lo sentimos mucho, pero esta información la hemos copiado del Portal de Comunicación de la Junta de Castilla y León, donde no hemos visto que figures como autora.
ResponderEliminarNosotros solo actuamos en esta noticia como un mero altavoz.
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