lunes, 21 de mayo de 2012

La talla de Santo Domingo de Silos, de Berlanga de Duero en las Edades del Hombre de Oña

La Diócesis de Osma-Soria aportará tres piezas a la exposición ‘Monacatus’ de Las Edades del Hombre que en esta edición se celebra en el Monasterio de San Salvador en Oña (Burgos) y que inaugurará la reina Sofía el martes 22 de mayo, según informaron la Fundación de Las Edades del Hombre y la Vicaría Episcopal de Patrimonio de la Diócesis oxomense-soriana.
 

Se trata de una talla de Santo Domingo de Silos, de Berlanga de Duero, un báculo pastoral de Medinaceli, y otro de San Martín de Finojosa procedente del Monasterio cisterciense de Santa María de Huerta.

El autor de la talla de Santo Domingo de Silos es posiblemente Pedro de Cicarte. A falta de documentación, el análisis estilístico revela afinidades con las obras de este arquitecto, ensamblador y escultor.

En madera policromada, data de comienzos del siglo XVII. Con unas dimensiones de 103x38x30 centímetros, procede de la Colegiata de Santa María del Mercado, de Berlanga de Duero. Uno de los tres retablos situados en el trascoro de la Colegiata se encuentra presidido por esta escultura.

Santo Domingo de Silos fue una de las figuras más populares en el santoral medieval español. Nacido en torno al año 1000, después de ser pastor y ermitaño ingresó en el monasterio de San Millán de la Cogolla de la orden benedictina hacia el 1025. Pronto destacó por su caridad y prudencia, recibiendo el encargo de restaurar el ruinoso priorato de Santa María de Cañas, donde demostró su habilidad en la administración.

Cumplida la misión, regresó a San Millán, de donde, siendo prior, fue expulsado al negarse a entregar al rey García de Nájera los beneficios del monasterio. Acogido en Castilla, el rey Fernando I y el obispo de Burgos le confiaron la reconstrucción del antiguo monasterio de San Sebastián en Silos, donde murió en el año 1073.

La fama de santidad y los milagros obrados ante su tumba convirtieron este cenobio en un importante centro de peregrinación que cambió su antiguo nombre por el de su reformador. Desde allí irradió su culto a toda Castilla, dedicándosele numerosas cofradías.

Báculo pastoral de Medinaceli
El Báculo pastoral de Medinaceli, de autor anónimo, se fabricó en bronce seguramente entre los siglos V y VII. Mide 17x7,2 centímetros. Aunque se encuentra en la Colegiata de Santa María de Medinaceli, posiblemente proceda de Toledo.

Las primeras referencias de las que hay constancia de este báculo corresponden al Dr. de Contreras, quien en 1754 daba a conocer una serie de hallazgos detectados al exhumar en 1581 los Cuerpos Santos de Medinaceli: “Cabose máss adelante hacia la pared del muro, y adarve, que por aquella parte cerca la Villa, donde la Capilla se acaba,…, y la Ayjada, o Vara de un Báculo Pastoral, al parecer de metal, y asidos en el dos Anillos de plata”. Las reliquias se encuentran en un Relicario en la Colegiata de la citada localidad.

En Hispania, estos báculos se usaban desde el siglo VII, pero su origen se remonta a los primeros momentos de la Iglesia. Teniendo en cuenta el resto de los materiales detectados, se trataría de una obra en torno a la data de los vidrios, siglos IV-VI. Por todo ello, y con ciertas reservas, se sitúa este báculo en momentos anteriores al siglo IX.

Báculo de San Martín de Hinojosa
El Báculo de San Martín de Hinojosa, del Monasterio cisterciense de Santa María de Huerta y realizado en cobre sobredorado con cabujones, de 40X19 centímetros, también posee autoría anónima, aunque se aprecia una influencia lemosina.

San Martín de Finojosa, a quien se atribuye la propiedad de este báculo, fue abad de 1166 a 1185 y obispo de 1186 a 1192, Murió en 1213. Estas fechas pueden ser claves para establecer la época de realización del Báculo, que se ha establecido a lo largo del siglo XIII.

La estructura de su cuerpo consta de caña, nudo y voluta. La caña es de forma hexagonal y su decoración se presenta en dos cuerpos con figuras grabadas que representan a los apóstoles. Algunos de ellos portan en sus manos un libro. El nudo, en forma de esfera, está compuesto por dos pequeños cuerpos con una decoración en cuyo interior alternan cabezas mitradas, en actitud frontal, y un ornamento de hojas en forma rómbica.

El tema central de la voluta es la ‘Anunciación’, la cual finaliza en una cabeza de serpiente o de dragón. En la escena principal el ángel porta en su mano izquierda una filacteria indicando con la derecha la presencia de la ‘Paloma’, que mira a la Virgen.

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